Los sindicatos asturianos rechazan la prioridad para enfermeras especialistas: “No arreglaría nada”

Desde la Asociación EIR defienden la prioridad a la hora de contratar especialistas para su categoría profesional en Asturias

  • Las enfermeras asturianas defienden la prioridad a la hora de contratar especialistas para su categoría profesional (FOTOMONTAJE: ConSalud.es / Santana)

La sanidad asturiana arrancó este nuevo año 2025 con buenas noticias: después de un año y medio de espera, concretamente desde que en julio de 2023 apareciese publicado en el Boletín Oficial del Principado de Asturias (BOPE) el Decreto que creaba la categoría profesional de enfermera especialista, la Consejería de Sanidad de la comunidad autónoma ha anunciado que va a convertir sus primeras 349 plazas de enfermera generalista en especialista.

Las enfermeras del Principado esperan que a partir de ahora sean muchas más, y de ahí su sorpresa cuando, en la reunión mantenida el pasado 26 de marzo por los representantes sindicales y la administración para la modificación del pacto de contrataciones del Servicio de Salud del Principado de Asturias (SESPA), se planteó la supresión de la prioridad en la contratación de enfermeras especialistas para las plazas no categorizadas. Y no solo eso: la propuesta contó con el voto a favor de los sindicatos USIPA/SICEPA, CCOO, UGT, SATSE y CSI.

En cuanto se supo, desde la Asociación EIR (AEIR), que representa a los cerca de 5.000 enfermeros que hay actualmente formándose en España para ser especialistas, promovieron una campaña de oposición a esta medida que ha superado las 1.000 firmas en Change.org. “A la mínima oportunidad que ha habido de desarrollar un poco la categorización, lo que se ha intentado ha sido quitar algunas de las cosas que se habían conseguido”, denuncia a ConSalud.es Daniel Castillejo, enfermero especialista en Familiar y Comunitaria formado en Asturias y que estuvo presente en aquella reunión entre gobierno y sindicatos.

“A la mínima oportunidad que ha habido de desarrollar un poco la categorización, lo que se ha intentado ha sido quitar algunas de las cosas que se habían conseguido"

Lo que se pretendía era, explica, garantizar que hubiese siempre gente disponible una vez categorizadas las plazas; es decir, que si se categorizan cinco plazas para una determinada especialidad, cien o doscientos enfermeros generalistas puedan aspirar a ellas en las mismas condiciones que los que son especialistas. De hacerlo, asegura Castillejo, no se arreglaría nada, “en todo caso se empeoraría”. “Muchos estarían trabajando en otro puesto que no es de su especialidad, por lo que perderíamos especialistas, y seguiríamos bajo mínimos”, apunta.

“Ahora mismo, el 70% de las plantillas de Atención Primaria están formadas por enfermeros interinos. Con esto, la gente hubiese desaparecido de los centros de salud, se hubieran categorizado más o menos dos plazas de media por centro y realmente hubiésemos perdido especialistas”, insiste el enfermero asturiano sobre unas medidas, en definitiva, “un poco extrañas”: “Pasa lo mismo en Pediatría, donde se quería mantener una prioridad de este perfil profesional para las UCIS, pero la especialidad de Pediatría no se iba a tener en cuenta”.

Y es que la prioridad a la hora de contratar enfermeras especialistas, recuerda el joven especialista, ya estaba asumida en Asturias, “y todo el mundo lo entendía como ese primer paso muy liviano para que se desarrollasen las especialidades”: “Creo que nadie se lo había llegado a plantear nunca, ningún profesional, ni siquiera la administración”.

"Por extraño que parezca en este caso, ha sido la administración la que se ha mostrado favorable a hacer las cosas bien"

Más extrañas les parecieron aun estas ideas cuando desde los propios sindicatos, “cuando vieron que la opinión popular se les echaba un poco encima”, les aseguraron que, aunque algunos de ellos hubiesen votado a favor de eliminar la prioridad, no se tenían que preocupar, ya que estaba pendiente del visto bueno por parte de la administración asturiana. También esta, tanto por parte del SESPA como de la Consejería de Salud, les transmitió que abogaban por mantener la prioridad, y que en definitiva les iban a seguir teniendo en cuenta.

“El proyecto que tienen, y que a nosotros al menos nos muestran, es a largo plazo, con unos pasos detallados que se ajustan más a la realidad de los profesionales. Por extraño que parezca en este caso, ha sido la administración la que se ha mostrado favorable a hacer las cosas bien, mientras que los sindicatos, como representantes, han sido quienes han intentado echarlo un poco para atrás”, informa Castillejo. Desde AEIR esperan conocer alguna noticia nueva acerca de este tema por parte de la Consejería de Sanidad en las próximas semanas.

INSUFICIENTE PARA EL COLEGIO

Para Esteban Gómez Suárez, presidente del Colegio de Enfermería de Asturias (CODEPA), la situación pasa porque el SESPA apueste “de verdad” por un desarrollo profesional de las enfermeras en su comunidad autónoma, y porque se trabaje en modelos asistenciales “que mejoren la salud de los asturianos”. En concreto, desde el CODEPA consideran que para abordar este tema es imprescindible abordar el mapa de competencias, recogido en la Ley de Salud de Asturias de 2019. “Sin este paso previo, se dan palos de ciego”, argumentan.

"No deben ser los profesionales quienes paguen este retraso injustificado en el desarrollo de las especialidades”

“La creación de las especialidades es un buen paso adelante por parte de la administración, pero todavía falta que se detalle en los planes a futuro. No solo crear las plazas, sino reconvertir un número determinado cada año, y que esto pueda seguir creciendo hasta donde permita tanto la tasa de residentes como la necesidad de los pacientes”, reivindica el representante de la Asociación EIR en Asturias.

Desde el Colegio de Enfermería de Asturias son más duros, y critican que la estrategia que propone el SESPA para dotar a la comunidad autónoma de enfermeras especialistas viene con retraso y es “insuficiente, no responde a las necesidades de salud de la comunidad y no permite que las enfermeras desarrollen su potencial profesional”: “No hay un plan a corto, medio y largo plazo que de una visión clara de que modelo queremos”. "Esta falta de planificación genera mucha incertidumbre y que se produzcan situaciones laborales injustas y molestas que afectan a enfermeras generalistas y especialistas. Desde el CODEPA entendemos que no deben ser los profesionales quienes paguen este retraso injustificado en el desarrollo de las especialidades”, comenta su presidente en declaraciones a ConSalud.es.

*Los contenidos de ConSalud están elaborados por periodistas especializados en salud y avalados por un comité de expertos de primer nivel. No obstante, recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.

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