Con motivo del aumento de casos de sarampión en España, la Asociación Española de Vacunología ha actualizado su decálogo sobre el sarampión, en el que da respuesta a alguna de las dudas más frecuentes sobre esta enfermedad y su prevención a través de la vacunación.
Según los datos actualizados de SIVAMIN, la cobertura de vacunación de la triple vírica en 2023 en España fue del 97,8% en la 1ª dosis y 94,4% en la 2ª dosis, aunque hay algunas comunidades por debajo de estos porcentajes.
Es una enfermedad muy contagiosa, con una tasa de transmisibilidad cercana o superior al 90%
El sarampión es una enfermedad infecciosa producida por un virus del género Morbillivirus. Es una enfermedad muy contagiosa, con una tasa de transmisibilidad cercana o superior al 90%. En una población susceptible, un caso origina entre 12 y 18 casos secundarios. Este, al ser una de las enfermedades más contagiosas, requiere niveles de inmunidad del 95% o más de la población para interrumpir su transmisión y eliminarlo de la comunidad.
SÍNTOMAS DEL SARAMPIÓN
Se trata de una enfermedad catalogada como eruptiva o exantemática, debido a que una de sus características clínicas principales es la aparición de una erupción en la piel que se acompaña de fiebre y síntomas catarrales como la conjuntivitis, secreción nasal, estornudos y tos, además de la afectación del estado general.
COMPLICACIONES GRAVES QUE PUEDE CAUSAR
Las complicaciones más importantes y frecuentes del sarampión son las respiratorias y neurológixas. La más comunes son otitis media aguda, diarrea, mastoiditis, sinusitis, linfadenitis cervical, laringotraqueobronquitis, neumotórax, neumomediastino, neumonía o bronconeumonía, enteritis, púrpura trombocitopénica, convulsiones febriles, hepatitis, apendicitis, miocarditis y encefalitis aguda posinfecciosa.
La muerte originada por el sarampión se debe a complicaciones respiratorias y neurológicas, y la tasa de letalidad está aumentada en los menores de 5 años, en los adultos y en las personas inmunodeprimidas y aquellas con malnutrición grave.
La letalidad oscila entre el 1% y el 15% en los países en desarrollo. Precisamente los niños con leucemia (y los adultos) e inmunodeprimidos en general tienen contraindicada la vacuna, por lo que la única protección que tienen es la de evitar la circulación del virus y eso solo se puede hacer vacunando al resto de la población.
Vacunarse es un acto que nos protege y que protege a los demás
LA IMPORTANCIA DE LA VACUNACIÓN
Ante el incremento de casos tanto a nivel nacioonal como mundial, los expertos recuerdan que es fundamental la vacunación sistemática en la infancia con la vacuna triple vírica (vacuna combinada frente a sarampión, rubeola y paperas), incluida en el calendario de vacunación infantil, con dos dosis: una a los 12 meses y otra a los 3-4 años.
Si no se está correctamente vacunado/a y no has pasado el sarampión, es recomendable volver a vacunarse. Además de los niños, se deben de vacunar todas las personas susceptibles de cualquier edad.
Es imprescindible mantener coberturas de vacunación del 95% o más en la población, en las dos dosis
La vacuna está contraindicada en embarazadas y personas inmunodeprimidas debido a que esta contiene virus vivos atenuados. Además, no se debe administrar a personas que han presentado una reacción alérgica a algún componente de la misma.
En este documento, pensado como una guía para la población general y también como material de consulta para profesionales sanitarios, la AEV insiste en la importancia de vacunarse frente a esta enfermedad para evitar la circulación del virus.
*Los contenidos de ConSalud están elaborados por periodistas especializados en salud y avalados por un comité de expertos de primer nivel. No obstante, recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.