En los últimos años, la medicina estética ha experimentado una transformación profunda, impulsada por los avances tecnológicos, el auge de las redes sociales y un cambio en la percepción social del cuidado personal. Lo que antes era considerado un lujo reservado a unos pocos, hoy se ha democratizado y forma parte de la rutina de bienestar de muchas personas. Tratamientos menos invasivos, resultados más naturales y tiempos de recuperación mínimos han marcado una nueva era en la que la estética ya no se asocia únicamente a la vanidad, sino al autocuidado y la salud emocional.
En este contexto, la doctora Carmen Ayestarán, médico especialista en Medicina Estética desde los años 80, conocida por su enfoque en conseguir resultados naturales y discretos, sin perder de vista la innovación en los tratamientos, acude al podcast ‘La Huella de la Piel’, presentado por María Velasco, para hablar de cómo han cambiado las tendencias. En concreto, señala que uno de los cambios principales ha sido la forma en la que nos exponemos al sol.
"En aquel momento se priorizaba mucho tomar el sol, ir a la playa, estar morena e incluso tener marcas por la exposición solar"
“En aquel momento se priorizaba mucho tomar el sol, ir a la playa, estar morena e incluso tener marcas por la exposición solar. Cuando empezamos a decir a la gente que se pusiera protector solar con un 10 de pantalla, se preocupaban por si no se iban a poner morenos”. Afortunadamente, como señala Ayestarán, estas creencias ya no están tan arraigadas, porque la medicina “ya no está enfocada a ‘qué guapos estamos’, sino a ‘qué bien nos encontramos’”. Pero esta no es la única tendencia que ha ido cambiando: “hace unos años lo más popular eran los peelings, que siguen estando de actualidad pero ya no en primera línea”. En concreto, la doctora se refiere tanto a peelings que se pueden hacer en casa como a los que se hacían en consulta, que eran de recuperación larga. “Ahora ya no se hacen tanto, porque la tecnología que antes no valía para nada es ya muy potente”.
LOS AVANCES EN TECNOLOGÍA, DETRÁS DEL CAMBIO EN LAS TENDENCIAS
En los últimos tiempos, la tecnología se está adaptando. Por ejemplo, el láser de CO2, que sigue siendo un gran láser ablativo, ahora es fraccional. “Esto quiere decir que es como si te pusieran un colador en la piel y, a partir del rayo láser, hay unas zonas que quedan sanas para curar las que dañamos”. Pero esta no es la única evolución: hay láseres que son semiablativos, por lo que la recuperación será de un día, y también están los ultrasonidos y la radiofrecuencia.
“Esas tecnologías son maravillosas desde un punto de vista preventivo y como tratamiento per se”. Dentro de las radiofrecuencias, se puede hacer la distinción entre monopolar y bipolar, además de entre con agujas y sin agujas, entre la que se encuentra Thermage FLX. Cada tratamiento tiene unas indicaciones concretas. Por ejemplo, ante la flacidez muscular, el mejor tratamiento es Ultherapy. “Solo necesitaríamos una sesión al año, y se puede hacer en cualquier época porque el sol no interfiere”. En cuanto al resultado, por un lado se encuentra un efecto flash, pero a los tres meses se logra la inducción de colágeno.
“Por otro lado, el Thermage lo enfoco más a pieles más jóvenes, caras más delgadas y una flacidez incipiente. Es como si te detuviera el envejecimiento”. Ayestarán argumenta que está enfocado a esas personas jóvenes en las que la piel ya ha perdido tersura y empieza a hacer ondas.
LOS INYECTABLES HAN CAMBIADO EL JUEGO
El uso de inyectables también ha evolucionado en gran medida. “El ácido hialurónico está en el mercado desde el año 95, época en la que tratábamos las arrugas con infiltraciones muy superficiales. Sin embargo, se ha visto que esto no vale para nada, y solo podemos tratar la arruga de esta forma cuando tenemos reposicionados todos los tejidos”. Además, ahora los pacientes que acuden a consulta especifican que no se quieren inyectar, pero la experta señala que “inyectarse no quiere decir que vayas a tener la cara inflada como si fueras un globo, sino que es más bien dar una serie de puntos de apoyo y soporte que tu cara ha perdido”. Pero, ¿qué diferencia a los inyectables de otras tecnologías?
"El ácido hialurónico está en el mercado desde el año 95, época en la que tratábamos las arrugas con infiltraciones muy superficiales"
Ayestarán lo tiene claro: “cuando quieres un resultado muy rápido, tienes que irte al inyectable, porque se ve el resultado al momento. Sin embargo, hay que explicar al paciente que los otros tratamientos lo que van a hacer es que el envejecimiento no te llegue, es decir, vamos un paso por delante del envejecimiento para que no llegue”. Así, “lo que fomentamos y estamos consiguiendo es la ausencia de ese envejecimiento, flacidez y arrugas”.
Finalmente, a quienes se planteen someterse a alguno de estos tratamientos, la experta recuerda que, como en cualquier aspecto médico, el diagnóstico previo es fundamental. “Además, les diría que no tengan miedo, que no los vamos a deformar”, concluye la experta. Con el paso de los años, la medicina estética ha evolucionado hasta lograr tratamientos menos invasivos y más eficaces, enfocados cada vez más en lograr el bienestar de los pacientes más allá de mejorar su apariencia.
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