El Juzgado de Instrucción número 12 de Barcelona está investigando por delitos de "administración desleal" y "apropiación indebida" a tres albaceas testamentarios del empresario químico Pere Mir: el jefe de Oncología del Vall d´Hebron, Josep Tabernero Caturla, así como los abogados Jordi Segarra Pijuan y Juan Francisco Capellas. En el transcurso de las diligencias, los Mossos d'Esquadra arrestaron brevemente a los investigados, mientras realizaban registros en sus domicilios, quedando después en libertad provisional.
Según informa Crónica Global los arrestos se enmarcaron en la investigación por la presunta despatrimonialización de las dos entidades sociales, unas pesquisas que conduce la Unidad Central de Blanqueo de Capitales. Cuando el empresario y mecenas Pere Mir Puig falleció en el año 2017 sin descendencia, los investigadores médicos consultados por el citado medio apuntaron a un "incumplimiento" de las últimas voluntades de Mir que había expresado su voluntad de “legar su patrimonio a la ciencia", lo cual se gestionó a través de las fundaciones privadas, Cellex y Mir Puig, ahora intervenidas por el Departamento de Justicia.
El empresario Pere Mir falleció sin hijos y con la voluntad expresa de legar su patrimonio a la ciencia
Las informaciones en torno al patrimonio legado por el empresario químico a sus entidades son dispares. Algunas fuentes apuntan que eran “apenas 40 millones” mientras que otras elevan las cifras hasta los 400 millones e incluso cercano a los “mil millones de euros”. Actualmente la investigación sobre la fortuna corre a cargo del Juzgado de Instrucción 12 de Barcelona.
Entre los principales beneficiarios de las inversiones realizadas se encuentra el Centro de Investigación Biomédica Cellex de la Universidad de Barcelona (UB), que se inauguró en 2008 con una aportación cercana a los ocho millones de euros. Además, las fundaciones becaron a alumnos “sobresalientes” en matemáticas y financiaron la adquisición de robots DaVinci de intervención quirúrgica de precisión para los centros Clínic de Barcelona o Vall d'Hebron.
TABERNERO ROMPE SU SILENCIO
Horas después de su detención, el prestigioso oncólogo ha hecho pública una carta en la que según el citado medio, el médico admite que las pesquisas son "un desagradable asunto" esperando que se aclaren "con la máxima brevedad cuando avance la investigación".
En palabras dirigidas a sus compañeros del Vall d'Hebron Instituto de Oncología (VHIO), que actualmente dirige, recuerda que la investigación "no tiene nada que ver" con este instituto dedicado a la medicina contra el cáncer y les insta a "continuar trabajando con normalidad como hasta ahora", habida cuenta de que él transmite un "mensaje de normalidad".
El oncólogo admite que Mir le nombró como "uno de los albaceas para gestionar su patrimonio" pero descarta tener una "vinculación actualmente con las fundaciones citadas". Sobre los recientes registros en su domicilio aclara que se llevaron a cabo "en el marco de las diligencias de una investigación abierta para consultar documentación que ayudará a esclarecer algunos de los hechos que se están investigando". Será la justicia la que tras realizar su trabajo determinen si las asociaciones filantrópicas realmente se saquearon y dónde terminó la fortuna que el empresario y mecenas Pere Mir legó a la ciencia.
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