Con el frío, muchas personas notan cambios en su piel: mayor sequedad, enrojecimiento y la aparición de escamas, especialmente en zonas como las cejas, los laterales de la nariz o el cuero cabelludo. Estos síntomas, comúnmente atribuidos al clima o a una supuesta “piel seca”, pueden esconder en realidad una afección dermatológica más compleja que requiere atención especializada: la dermatitis seborreica. Esta condición, a menudo mal diagnosticada o confundida con caspa común, es mucho más frecuente de lo que se cree y puede afectar significativamente la calidad de vida si no se trata correctamente.
En este contexto, el dermatólogo Xavier Batalla, conocido en redes sociales como @dr.xavierbatalla, ha compartido un vídeo en el que aclara uno de los errores más comunes que cometen los pacientes al interpretar los síntomas de esta enfermedad. “Mucha gente cree que esta condición crónica es simplemente piel seca y escamosa, especialmente en invierno, que es cuando más se acentúa. Incluso algunos llegan a pensar que es un tipo de caspa facial”, explica el especialista.
En realidad, se trata de una afección llamada dermatitis seborreica, una patología inflamatoria de la piel que, aunque benigna, puede resultar molesta, persistente y estéticamente incómoda. Lo más frecuente es que afecte áreas del cuerpo con alta concentración de glándulas sebáceas, como el rostro, el cuero cabelludo, el pecho o la parte superior de la espalda.
"Mucha gente cree que esta condición crónica es simplemente piel seca y escamosa, especialmente en invierno, que es cuando más se acentúa"
Según el Dr. Batalla, aunque no existe un consenso definitivo sobre su causa, “se cree que está relacionado con el hongo Malassezia, que vive naturalmente en nuestra piel”. Este microorganismo suele coexistir sin causar problemas, pero en determinadas condiciones, como el estrés, los cambios de estación, un sistema inmunológico debilitado o incluso ciertos factores genéticos, puede desencadenar una respuesta inflamatoria que se traduce en enrojecimiento, picazón y descamación.
La buena noticia es que, como indica el experto, “existen muchos tratamientos que te pueden ayudar a mejorar los síntomas de la dermatitis seborreica”. La primera línea de defensa suelen ser los productos antifúngicos, diseñados para reducir la presencia del hongo y controlar el desequilibrio del microbioma cutáneo. Estos pueden encontrarse en forma de champús, cremas o lociones específicas.
En casos más intensos, el tratamiento puede complementarse con antiinflamatorios tópicos como los corticoides o cremas inmunomoduladoras no esteroides, que ayudan a controlar los brotes más severos. No obstante, el Dr. Batalla insiste en la importancia de no automedicarse y acudir a un dermatólogo para recibir un diagnóstico y tratamiento adecuados: “lo ideal es hablar estas opciones con un dermatólogo para ver qué tratamiento es más adecuado para tu caso”.
El mensaje central es claro: no todo lo que parece piel seca lo es. Identificar correctamente la dermatitis seborreica es el primer paso para tratarla de forma efectiva y evitar complicaciones o tratamientos inadecuados. Además, tener información fiable y de calidad es fundamental para la salud dermatológica, especialmente en un momento en el que el autocuidado y la consulta online están en auge.
@dr.xavierbatalla El 99% de las personas confunden la piel seca con dermatitis seborreica❌ #dermatiteseborreica #dermatiteseborréica #hongo #caspa #skincare ♬ sonido original - Dr. Xavier Batalla
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